[Reseñas] Wonder Woman núm. 13

Edición original: Wonder Woman núms. 45 a 48 USA
Fecha de salida: Julio de 2016
Guión: Meredith Finch
Dibujo: David Finch, Miguel Mendoça
Formato: Tomo rústica, 104 páginas
Precio: 9,95 €

A las puertas del inicio de Rebirth y sin un gran arco argumental con el que ir apurando los últimos coletazos de la gran etapa de “Wonder Woman” del Nuevo Universo DC, Meredith y David Finch optan por ofrecernos un acercamiento algo diferente a la amazona, construyendo pequeñas historias casi autoconclusivas con las que ahondar más en las capacidades intrínsecas del personaje y el desempeño de sus nuevas funciones como reina y diosa de la guerra.

En el volumen anterior apareció por primera vez Egeo, descendiente de Teseo y enviado a matar a Diana por una fuerza misteriosa que terminará revelándose como alguien inesperado. Sus intenciones están claras, o al menos eso cree él, pero el hecho de cruzarse con la amazona puede provocar consecuencias que ninguno de los dos espera. Si en medio tenemos, literalmente, a una fugada Donna Troy que sigue afligida por lo que hizo con sus hermanos y sin comprender todavía cuál es su papel en el mundo, la línea que hay entre la guerra y la paz está lejos de quedar bien definida.

Y con el final de ese arco, que esconde algo más de lo que parece a simple vista, se pone fin a un ciclo (y a unos pocos números con un cambio de traje que una vez más no ha funcionado) y se presentan un par de historias breves con dos amenazas muy distintas para Wonder Woman, las amazonas y el mundo libre en general. Diana podrá con todo, sobre todo si cuenta con asistencia de la Liga de la Justicia, pero el cambio en la dinámica del cómic queda más que patente y ya se termina de marcar el rumbo para los cuatro números que quedarán después de este volumen. La gran etapa moderna de “Wonder Woman” llega a su fin.

Seguramente muchos coincidirán que esa etapa de la que hablamos acabó con el último número en el que coincidieron Brian Azzarello y Cliff Chiang como guionista y dibujante de la cabecera, justo antes de que su recorrido terminara y el matrimonio Finch entrara en escena para coger las riendas de la colección. Y si bien eso es cierto, también lo es que los Finch supieron dar continuidad a la serie, con matices y variaciones, para seguir explorando lo que sucedía en la vida de Diana Prince. El problema llegó cuando esas nuevas tramas dejaban de ser tan trascendentes, largas y desarrolladas como lo que hicieron Azzarello y Chiang, y se queda todo en una suerte de experimento para terminar de encontrar un tono propio que no termina de llegar nunca debido a los cortes y las historias intermedias.

Al principio esa sensación quedaba más diluida al mostrar unas ideas claras con las que tratar la colección, pero según han pasado los números hemos visto que las historias cortas han tomado un mayor protagonismo y que todo parece estar pensado para no extenderse demasiado y así poder acabar bien antes de Rebirth.

En este volumen en particular se pone fin a la trama relacionada con Egeo, optando por hacer converger esta historia con la gran etapa anterior, lo cuál es un acierto y una forma de mostrar que pese a esa independencia parcial todo sigue conectado. Lastima de las dos últimas historias cortas, totalmente al margen del gran plan de la cabecera y que solo sirven para ganar algo de tiempo hasta que comience la última gran trama de Wonder Woman en los Nuevos 52, aunque tendremos que esperar hasta el próximo volumen para conocer las primeras respuestas.

Artísticamente no hay mucho que añadir a todo lo que se ha dicho sobre el estilo de Finch. Si estáis leyendo esto es porque seguís habitualmente la colección y ya sabéis lo que ofrece el dibujante. Buenos dibujos, composiciones espectaculares y una dinámica general muy bien llevada a la que solo podemos ponerle como pegas la dificultad que tiene el dibujante en hacer las caras masculinas. Poco a poco ha sabido adaptarse a Wonder Woman y esos aires de top model que le daba en números anteriores han quedado bastante atrás (todavía queda algo puntual, aunque se le perdona), representando así una guerrera mucho más feroz sin dejar de lado su enorme corazón. Mención aparte para Miguel Mendoça, invitado estelar para dibujar el #47 y que personalmente creo que ha hecho un gran trabajo al darnos una Wonder Woman más sencilla, mejor definida físicamente, sin perder ni un ápice de épica o dinamismo en la historia. De hecho, el conjunto del cómic supera con nota el apartado artístico.

Los Finch llegaron a “Wonder Woman” para dar continuidad a la etapa de Azzarello y Chiang aunque desde otro punto de vista. Lo consiguieron desde el primer momento y con este tomo se han mantenido en esa misma línea, mostrando que incluso desviándose del camino principal pueden regresar y conectarlo todo. O casi todo. Las tramas secundarias introducidas en los dos últimos números del tomo se salen de ese camino y no aportan mucho a la historia, siendo totalmente independientes. Sabiendo que quedaban esos dos números y otros cuatro para acabar el recorrido de Diana Prince en solitario en los Nuevos 52 quizás hubiera sido mejor dedicarlos a construir una trama con algo más de desarrollo. No es que sea algo malo, al menos no la parte de Cheetah, pero quizás no era el momento de hacer algo así.

Escrito por Javi Garcia en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://ift.tt/2c3OnlZ.

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