jueves, 13 de julio de 2017

[Reseñas] Deathstroke núm. 01 (Renacimiento)

Portada de Deathstroke núm. 01 (Renacimiento)

Edición original: Deathstroke: Rebirth núm. 1 USA (one-shot), Deathstroke núms. 1 a 8 USA
Fecha de salida: Mayo de 2017
Guión: Christopher Priest
Dibujo: Carlo Palugayan, Joe Bennett, Larry Hama
Formato: Rústica, 200 págs. A color.
Precio: 18,95 €

Uno de los personajes que ha recibido una oportunidad en Renacimiento es Deathstroke. Creado por Marv Wolfman y George Pérez en el año 1980 como uno de los villanos a los que se tenían que enfrentar los Jóvenes Titanes, este mercenario llamado Slade Wilson se ha ido convirtiendo por méritos propios en uno de los personajes  más populares de la editorial, contando con serie regular en más de una ocasión. La última fue durante los Nuevos 52 en la que Wilson se vio rejuvenecido y curado de su media ceguera pero con la llegada de Renacimiento se ha vuelto a lo más clásico.

Con guiones de Christopher Priest y con un equipo creativo en el que se van turnando Carlo Pagulayan, Larry Hama y Joe Bennett, en esta nueva serie regular recuperamos al mercenario para hacer lo que mejor sabe hacer: cumplir contratos. En este primer arco, titulado El profesional vemos como lo que en un principio parecía un trabajo más se acaba convirtiendo en una aventura personal en la que Slade intentará crear lazos con su familia… a su modo.

Lo que más destaca de la narración de Priest es la no-linealidad del relato, lo que la convierten en uno de los cómics más complicados de seguir de la actual DC, sino el que más, y también de los más interesantes. Hay saltos constantes en el tiempo, a veces introducidos con una viñeta en negro que nos da la situación temporal relativa pero en otras ocasiones es trabajo del lector para, a través del contexto y las escenas previas y sucesivas, adivinar donde encaja lo que estamos leyendo en ese momento. El resultado no es azaroso, se nota el esmero que le ha puesto Priest en presentar una estructura que realce una trama que no resulta extremadamente imaginativa u original en el tratamiento de personajes, todo un ejercicio formal en el que demuestra un gran control de los esquemas narrativos del noveno arte.

Aparte de los artificios técnicos llevados a cabo por Priest su caracterización de Deathstroke es igual de acertada. Nos presenta a un protagonista que es claramente un villano pero al que se le da una muy agradecida tridimensionalidad que no se aleja de los cánones clásicos pero que funciona muy bien para la historia que nos presentan. Los diálogos de Deathstroke, sus argumentos capaces de plantar a los de los Mejores del Mundo o los peculiares códigos que se deben descifrar le dan a este Slade un carácter especial que le convierten en un personaje magnético, una verdadera amenaza que no te gustaría tener a tu lado, ni como amigo ni como enemigo. Los personajes secundarios también destacan, en especial los más cercanos a nuestro protagonista, pero el ayudante de Slade no es más que el típico recurso del informático de manual, Priest lo sabe y no le da apenas importancia.

Imagen de Deathstroke #1, por Christopher Priest y Carlos PagulayanSi narrativamente la serie funciona es porque el apartado artístico no se puede describir de otra forma que de espectacular. Aunque tenemos tres dibujantes diferentes apenas se nota la diferencia entre todos y comparten similitudes: una estética realista que, junto a un dibujo que no reniega de sus raíces digitales, permite conseguir un resultado sencillamente impresionante, con viñetas capaces de hacer que te detengas únicamente para contemplar el gran resultado conseguido. Joe Bennett falla un poco a la hora de dibujar las caras y hay casos en los que se repiten viñetas (por motivos de la historia pero se repiten) pero son pequeños detalles que no juegan un gran papel en la valoración global.

La edición de ECC es la típica que publica para las series actuales, una encuadernación en rústica algo limitada en cuanto a extras (solo incluye las portadas) pero no se puede pedir más para una serie que todavía se está publicando al otro lado del charco.

A rasgos generales “Deathstroke núm. 01 (Renacimiento)” le insufla nueva vida al personaje en una serie regular que no reniega de sus raíces más malvadas. Destaca tanto por su estructura, complicada de seguir por la gran cantidad de saltos temporales que hay, como por su apartado artístico, sencillamente especular. Muy recomendable a los fans del personaje y, como no, a los que disfruten de un gran cómic.

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Escrito por Adrià Medeiros en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://ift.tt/2tLPmTN.

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