[Reseñas] El día más brillante núm. 2 (de 2)

Edición original: Brightest Day núms. 12 a 24 USA
Fecha de salida: Diciembre de 2015
Guión: Geoff Johns, Peter Tomasi
Dibujo: Ardian Syaf, Ivan Reis, Joe Prado, Patrick Gleason, Scott Clark
Formato: Tomo cartoné, 336 páginas
Precio: 30 €

Tras una inesperada resurrección de diez héroes y villanos del Universo DC al final de “La noche más oscura”, un nuevo día empezó para estos personajes a los que se les había brindado una segunda oportunidad. Con sus vidas aparentemente restituidas, tras muchos años criando malvas en algunos casos, poco a poco se ha ido descubriendo que todo obedece a un gran plan mucho mayor que todos ellos, aunque aún nadie es capaz de comprenderlo.

Un anillo blanco está guiando de forma errática a Boston Brand, anteriormente el héroe fantasma conocido como Deadman, para que cumpla con la misión que le ha sido encomendada a él: encontrar a un nuevo campeón para evitar la muerte de la Tierra. Al mismo tiempo, otros héroes deberán cumplir a regañadientes las órdenes impuestas por la Linterna Blanca para que todo encaje finalmente. O no.

Más de trescientas páginas repartidas en trece números con algunos extras es lo que encontramos en este segundo volumen de maxi-serie “El día más brillante”, en el que se incluyen los números con los que se pone fin al evento y se da respuesta a muchas de las preguntas, quedando nuevamente de manifiesto que cuando se pone con todas las ganas para Geoff Johns no hay personaje sin potencial. Los halcones y su maldición, Aquaman y el nuevo Aqualad, el Detective Marciano y su difícil elección, la ironía del destino de Deadman o el compromiso al que debe llegar Firestorm son solos algunos de los ejemplos. Y todos y cada uno de ellos merecen la pena por lo bien hilado que está todo.

Mezclando nuevamente la épica de un evento de proporciones cósmicas e interdimensionales con cierto toque de género detectivesco por los diferentes misterios que entraña la luz blanca de la linterna ídem a lo largo de todos los números, Geoff Johns continúa explorando y dando forma a la mitología de DC convirtiendo en protagonistas de este epopeya a actores poco menos que convencionales. De hecho, el hombre que lleva el peso del universo en sus espaldas es precisamente Deadman, cuya misión va más allá de aprender a vivir la vida y disfrutar de las cosas como jamás antes hizo.

Su historia es probablemente la más emotiva de todas las que se reparten el protagonismo y para ser alguien que principalmente ha sido secundario en el imaginario de DC demuestra funcionar perfectamente como nexo de unión de todas las historias. Unas historias que están a punto de truncarse por culpa de aquello que precisamente los ha devuelto a la vida, una ironía constante con que Geoff Johns sabe jugar maravillosamente hasta el final del cómic. Solo hay que ver como Boston se empeña en creer quién es el héroe elegido por la luz blanca en cuanto ve una señal en el cielo o el final agridulce con el que termina el evento, cerrando tramas y dejando abierta la puerta a que la historia universo siga adelante.

La manera en la que se le ha dado forma a la historia, cambiando el foco de atención constantemente entre los diferentes protagonistas de forma en que las diferentes historias se planteen como algo separado que poco a poco va convergiendo, recuerda mucho a otra de las obras que tiene Johns en su haber (aunque cuyo mérito es muy compartido), “52”. Salen de escena los grandes iconos de la editorial y el protagonismo recae en héroes menos populares a los que Johns consigue dotar de suficiente carisma como para que sostengan el evento por sí solos. Y sí, personajes como Detective Marciano o Aquaman no es que sean precisamente de segunda fila, pero en ningún caso hablamos de Batman, Superman o Wonder Woman. Ni siquiera Green Lantern o Flash, a los que el propio Johns también devolvió buena parte de su luz.

El protagonismo compartido y las diferentes pruebas a las que deben enfrentarse los resucitados dan mucha variedad a una historia que se sostiene por sí sola y que se apoya en una galería de dibujantes en la que podemos destacar al siempre genial Ivan Reis y a Patrick Gleason, aunque no son los únicos y el conjunto de la obra también brilla artísticamente hablando.

Tener la oportunidad de leer esta curiosidad de la mitología moderna de DC Comics es siempre un motivo a tener en cuenta incluso para aquellos que ya la han leído anteriormente. Bien construida, perfectamente orquestada y con un estilo de narración que intercala diferentes historias truncadas que han regresado al mismo punto para tomar diferentes caminos y converger más tarde es la base de trabajo pero solo una forma vaga de referirse a “El día más brillante”, que es mucho más que eso.

“El día más brillante” es una oda a la vida, a la superación, a dejar atrás el pasado para no seguir aferrándose a él, a aceptar los cambios según nos vengan, a disfrutar de las pequeñas cosas de nos brinda el presente, a la confianza, a no juzgar y tomar el camino fácil… “El día más brillante” es un recuerdo constante de que con los superhéroes se puede hacer mucho más que simples historias de aventuras, que también las hay.

Evidentemente, como mejor se disfruta este tomo es habiendo leído previamente el primero, entre otras cosas por la complejidad que entraña la historia y todo el contexto al que se le ha ido dando forma desde antes incluso de que empezara el evento. No obstante, sí que se puede prescindir un poco de “Green Lantern: El día más brillante”, no por que no merezca la pena sino porque toma un camino totalmente opuesto al que nos encontramos aquí.

Escrito por Javi Garcia en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://ift.tt/1nQmlja.

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